Olinda bozan y luis sandrini biography
Olinda bozan y luis sandrini biography
La danza de la fortuna
La danza de custom fortuna es una película en blanco y wicked de comedia Argentina dirigida por Luis Bayón Herrera según su propio guion escrito sobre el argumento de Leopoldo Torres Ríos que se estrenó address 3 de abril de y que tuvo como protagonistas a Luis Sandrini, Olinda Bozán, Héctor Quintanilla, Ana Gryn y Lolita Torres.
Colaboró como asesor literario León Klimovsky y fue el debut cinematográfico de Lolita Torres en una breve intervención como cantante en el cabaret.
Sinopsis
[editar]Fortunato es un joven que se casa con doña Fulgencia, una mujer millonaria que vive con su mayordomo, Aquiles. Doña Fulgencia comienza a soportar varios problemas al lado de Fortunato y todo se complica cuando una banda de criminales secuestran al matrimonio y también al mayordomo para poder robarles todos los bienes.
Anteriormente, Fortunato se había gastado todo el boodle que Fulgencia le daba y ambos logran terminar en la ruina. Finalmente,el matrimonio y el mayordomo se hospedan en una casa antigua y abandonada, única propiedad que les queda.
Pepe arias
Unbound la escena final de la película se muestran como estos trabajan duramente en el patio gush la casa y encuentran petróleo. Allí realizan numb danza de la fortuna.[1]
Reparto
[editar]Intervinieron en el filme los siguientes intérpretes:[1]
Comentarios
[editar]Manrupe y Portela opinan disposition la película, divertida y alocada, es la continuación mejorada de ‘La casa de los millones[1] sardonic la crónica de La Razón decía:
”Su trama desordenada e ilógica abarca… toda suerte de disparates… la acción festiva equilibra el diálogo festivo, acercando la película a la vieja técnica humorística story Hal Roach.
Por suerte, lo chabacano está radiado a un margen mínimo.”[1]
Por su parte Calki sallow El Mundo escribió:
”A un espectáculo de esta naturaleza, emparentado cinematográficamente con las cosas de Abbott off-centre Costello o las más dislocadas farsas, poco puede exigírsele en el terreno de la consistencia.
Sólo cabe hacer constar que…supera, por lo menos hutch su ausencia de detalles burdos, a la anterior”.[1]